sábado, 18 de febrero de 2012

Amour a la française!

Bien, después de la ultima reflexión, regreso al tema de experiencias personales, y ¡qué mejor que seguir hablando de Miami!


Además de la persona de la que hablé hace un par de entradas, hay una historia paralela que merece la pena ser contada.


Habían pasado apenas dos semanas desde mi llegada cuando uno de mis conocidos (típico amigo de un amigo que vive en Miami y le conoces para no morir buscando tú sola amigos nuevos) me ofreció ir a la "Fiesta de la Luna Llena en la playa", lo que resultó ser unas 60 personas a oscuras en la playa tomando cerveza y tocando los bongos. El caso es que fue divertido, y en el grupo de personas con el que fui había un chico francés que también acababa de llegar a EE. UU y estaba aún más perdido que yo si cabe. El caso es que él era el único que no hablaba español de todos los que estábamos, y entonces comencé a hablar con él en inglés y ya estuvimos toda la noche hablando hasta que acabó la especie de "fiesta-botellón".


Nos caímos muy bien, él cuatro años menor que yo, pero tenía buena conversación y sentido del humor. Nos dimos los teléfonos y a partir de entonces nos mandábamos muchos mensajes de texto, la verdad es que casi siempre era él que escribía primero. Siempre estaba deseando quedar conmigo para tomar algo y vernos, yo a veces podía y otras no, y cuando por fin encontró piso para vivir me invitó a la fiesta de inauguración que hizo.






Dicha fiesta tenía lugar un sábado por la noche, y yo fui derrotada porque el día anterior había salido con los españoles y apenas había dormido en todo el día, así que sobre las 3 de la mañana le dije a mon français que me iba porque estaba cansada. Él, muy serio me dijo que le parecía bien si la razón era que estaba cansada, pero que le daba la sensación de que él no me caía muy bien y quería saber si por eso no quería quedar tanto con él y de que me fuese en ese momento. Después, abiertamente, me dijo que le gustaba y que quería quedar conmigo a solas y conocernos. Así de directo me salió el "niño". Me quedé sorprendida, claro que no me importaba quedar con él, me caía bien...aunque gustarme...no tanto. Paralelamente yo justo acababa de conocer a Jarito, y bueno, yo estaba más pendiente de él que de otra cosa, aunque no había pasado nada.


Pasaron las semanas y me vi con el francés varias veces, siempre como amigos, aunque él siempre dejándome claro que quería algo más. Finalmente, llegó mediados de noviembre y la visita de mi amiga, y cuando esa noche salí con ella y con unos amigos, entre los que se encontraba Jarito, a una discoteca, allí también me encontré al francés. La noche fue muy divertida, aquello era algo así como un cuarteto amoroso: el francés todo el rato detrás de mí, una amiga suya detrás de él y Jarito y yo uno detrás del otro. Finalmente, como ya conté, esa noche fue Jarito el que me ganó y con el que acabé abrazada, mientras el francés lo veía todo, a pesar de ir ciego de alcohol.


Después de esa noche quise verle para darle una explicación, tenía mucho remordimiento de conciencia de haberlo hecho delante de él, y tenía miedo de que se hubiese enfadado conmigo, realmente le había cogido cariño y lo pasaba bien con él. Mi sorpresa vino cuando al hablarlo me dijo que no preocupase, que él seguiría teniendo esperanzas pasase lo que pasase y que no me guardaba rencor para nada. Me quedé muy asombrada, para ser tan joven no me esperaba esa reacción por ningún lado.






Después de aquello hemos seguido quedando y él ha seguido dejándome claro que hasta ahora no quiere estar con ninguna chica en Miami que no sea conmigo, por mucho que sea consciente de que ahora mismo mi corazón está en otra dirección. A mí me halaga a la vez que me da pena no poder hacerle feliz en ese sentido, y me sigue asombrando la madurez que me demuestra siempre que hablamos.


Pero, ¿qué se hace en ocasiones así? ¿Cómo obrar cuando te toca a ti ser la persona que no corresponde los sentimientos de otra? ¿Hay forma de no hacerle daño siendo sincera con él? Hace poco alguien me preguntó, en relación a estos asuntos, que qué prefería yo a la hora de sufrir por algo, si que me hicieran daño o si hacerlo yo. En un primer momento, pensando en otras relaciones, dije que hacerlo yo, pero ahora tengo dudas, ya no tengo tan claro que una de las opciones sea mejor que la otra.


De todos modos, quedándome con la parte positiva de esta relación, además de la amistad y el apoyo que he encontrado en este francés de la Bretaña, me ha recordado lo que es sentirme halagada, sentirme segura y oye, con los años que vamos cogiendo gustarle a chico varios años más joven que tú te da puntos extra, ¿no? 


Bueno, espero que hayáis pasado un feliz San Valentín, ya estéis solteros o acompañados, es un día para todo el mundo!!









No hay comentarios:

Publicar un comentario